Cuando aplicas el sérum, la piel parece estar lo suficientemente radiante y nutrida. Ves el efecto sorpresa tan esperado, cálmate y ya no te tocas la cara. Pero este efecto no dura mucho. Después de 5-10 minutos, el producto ya «cae» en la piel y la superficie parece tensarse un poco.
La concentración de principios activos es mayor en el sérum. Son necesarios para resolver varios problemas: desde la opacidad y la pigmentación hasta la grasa y las arrugas. El sérum penetra en capas más profundas debido a su menor tamaño de molécula y composición acuosa, y al mismo tiempo atrae el agua al interior. Así que sí, el suero es hidratante hasta cierto punto. Pero el problema es que todo esto se evaporará rápidamente de la piel si no se aplica una crema después.
¿Cómo actúa la crema?
En general, comparar la crema con el sérum es como comparar el rímel con el lápiz labial. Ambas herramientas funcionan de manera eficaz, pero de diferentes formas. La crema es más espesa que el suero, obviamente. Su textura trabaja con la superficie de la piel: «sella» la humedad, suaviza la superficie y crea una barrera protectora. Es decir, todo lo que «vertiste» en los poros junto con el sérum permanecerá allí más tiempo si aplicas la crema encima. Y ahora se ocupará de una hidratación prolongada y prolongará el efecto sorpresa del sérum.
Entonces, ¿es posible usar suero sin crema?
Por extraño que parezca, a veces se puede. Los de pieles grasas a menudo prefieren el suero debido a su textura más clara, que no deja una película sobre la piel. Esto se puede hacer si realmente no sientes tirantez.
Recuerda, cuando adquieres un cosmético es aconsejable que un profesional evalúe el estado de tu piel.
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